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El propósito de la IA: Hagámosla pegajosa

Es sorprendente lo lejos que hemos llegado. Si miramos hace sólo 18 a 24 meses, podemos ver el enorme progreso (junto con mucho ruído, hay que reconocerlo) que ha logrado la tecnología de IA. Y hay mucho más por venir.

La IA generativa ha traído un aire fresco al panorama tecnológico, revolucionando no solo lo que se puede hacer, sino también los requisitos para lograrlo. Un claro ejemplo son los copilotos para la programación: uno puede pedirle a un asistente que cree un código complejo para resolver un determinado problema, ¡a veces incluso sin saber nada de programación! Asimismo, se puede crear la letra de una canción con ChatGPT y luego usarla con aplicaciones como suno.ai para generar la melodía. Todo en menos de un minuto. Recientemente, Google lanzó NotebookLLM que, entre otras funcionalidades, te permite crear podcasts automáticamente a partir de tus documentos. Asombroso.

En el panorama de la IA, hay varias dimensiones que han cambiado mucho. Por ejemplo, construir n modelos de IA para tareas específicas nunca ha sido tan fácil, simplemente porque los Large Language Models (LLM) ya tienen parte del conocimiento necesario para resolver muchas tareas. Por lo tanto, si pudieras usar una máquina del tiempo para viajar diez años atrás y tratar de explicarle a un científico de datos/IA técnicas como prompting, RAG o similares, muy probablemente serías considerado un visionario… o simplemente un loco.

Pero, ¿va la IA en la dirección correcta?

Déjame contarte algo que pasó hace unos días. Estaba compartiendo en LinkedIn un resumen de las charlas que daría los siguientes días. Entonces, aparte de los sospechosos habituales que reaccionaron a mi post, hubo un nombre en particular que me llamó la atención:

Como mi publicación estaba en español, pensé que era un poco extraño tener alguna reacción de audiencia no española. Así que pasé a saber un poco más sobre Tess…

Según su perfil de LinkedIn, Tess es la primera empleada creada con inteligencia artificial de su organización. Por lo tanto, a pesar de la bonita imagen en su perfil, Tess es solo ceros y unos, después de todo, no es una persona real.

Ahora paremos un momento y pensemos en lo que ha hecho Tess al reaccionar a mi post: ¿Fue una de las tareas que se supone que debe hacer esta IA en su trabajo diario? ¿Esa actividad impacta su trabajo? Honestamente, no lo creo. No planeo alquilar ni vender ninguna propiedad, y realmente me pregunto por qué Tess consideró que mi publicación conducía a ese objetivo… Por lo tanto, sólo puedo concluir que las acciones de Tess no están alineadas con las intenciones de su dueño.

En un reciente manifiesto escrito por expertos en el campo, se muestra cómo la alineación entre el uso de los asistentes basados en IA y sus objetivos previstos es crucial para garantizar el desarrollo exitoso de esta tecnología. Este documento también prevé un impacto increíble de la IA en nuestra vida diaria en los próximos años y propone formas de monitorizar y controlar a los asistentes de IA para que estén continuamente alineados y sus resultados sean beneficiosos.

En esa dirección, empresas como Alinia o Galtea se centran en garantizar que los LLM se mantengan bajo control cuando se implementan en un proyecto de software.

Entonces, sí, hoy en día puedes programar tus robots de inteligencia artificial para que miren en redes sociales como LinkedIn y prospecten el mercado al que apuntas. Pero debes asegurarte de que no terminen enfocándose en los objetivos equivocados resultando en que tu marca tenga consecuencias negativas.

La IA pegajosa

Comparando los grandes inventos de nuestra historia con los hitos actuales de la IA, creo que todavía queda mucho por hacer para llevar la IA al mismo nivel que inventos revolucionarios como la electricidad o la aviación. Creo que el progreso tecnológico sólo impacta a la sociedad cuando es pegajoso: una vez que lo pruebas, no puedes evitar usarlo de ahí en adelante. La electricidad es un claro ejemplo: revolucionó la forma de vivir (para bien) de la gente e hizo que el mundo avanzara hacia nuevos niveles de calidad de vida nunca antes considerados. Por supuesto, es genial que ahora podamos componer música sin tener que dedicar tiempo a aprenderla, pero en mi sincera opinión, esto no hará que la IA sea un invento comparable a la electricidad.

Pero, ¿qué sería IA pegajosa? No puedo estar más de acuerdo con Joanna Maciejewska, quien recientemente dijo: “Quiero que la IA lave la ropa y los platos para que yo pueda hacer arte y escribir, no que la IA haga mi arte y escriba para que yo pueda lavar la ropa y los platos.”

El primer y único objetivo debería ser desarrollar tecnología de inteligencia artificial centrada en resolver problemas reales que generen un verdadero impacto en la sociedad. Eso garantizará que la IA desempeñe un papel importante en nuestras vidas. Pensemos, por ejemplo, en las aplicaciones de salud: una IA que pueda acortar considerablemente el tiempo necesario para predecir una enfermedad definitivamente debería ser adoptada sin dudarlo.

Pero como sugiere Joanna, para su adopción, las tareas que la IA está resolviendo no tienen por qué ser críticas. La productividad digital es un ejemplo de ello: actualmente dedicamos un tercio de nuestra jornada laboral a nuestro correo electrónico. En promedio por día, tenemos alrededor de 58 interrupciones y utilizamos entre 10 y 15 aplicaciones. Esto hace que nuestra interacción diaria con las computadoras sea un verdadero desafío, ya que intentamos mantener bajo control las tareas mundanas y tediosas para poder realizar tareas impactantes y creativas que realmente aporten valor a nuestra organización. Las aplicaciones de IA dedicadas a mejorar nuestra productividad digital pueden ser un buen ejemplo de lo pegajosa que puede ser la IA.

Cuáles pueden ser algunos indicadores de que una solución de IA pegajosa será pegajosa para una tarea X en particular? Permíteme comentar algunos:

  • La forma actual de resolver X requiere demasiado tiempo, o
  • La forma actual de resolver X cuesta demasiado (dinero, vidas,…), o
  • La tarea X es crucial para la tarea más general Y, que a su vez cae en alguna de las dos categorías anteriores, o
  • La nueva forma de resolver X crea una necesidad sin precedentes (por ejemplo, antes de los vuelos comerciales, viajar se consideraba un lujo; después, no lo era).

Por supuesto, la lista anterior no es exhaustiva sino más bien el resultado de analizar el éxito de algunos inventos que me vinieron a la mente al escribir este artículo. Puede haber otros indicadores que pueden hacer que una IA sea pegajosa.

En conclusión, uno de los riesgos clave del desarrollo de tecnología de IA no pegajosa es la posibilidad de que se vuelva irrelevante. Cuando se utiliza la IA para replicar el comportamiento humano en tareas en las que no sobresalimos particularmente, como dar Like a publicaciones en LinkedIn, se corre el riesgo de quedar al margen. Sin embargo, si la IA se aprovecha para abordar problemas del mundo real de maneras innovadoras y no centradas en el ser humano que conduzcan a soluciones impactantes y difíciles de ignorar, es mucho más probable que tenga una importancia y una adopción duraderas.

Josep Carmona
Process Talks and Catedra.ai

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